No resulta
ni agradable ni simpático. Y como dicen los pibes “no tiene filtro…”.
Willy ERA un
joven que probó sus límites. Los traspasó. No volvió.
Inventó “la
gran Willy” y padeció sus consecuencias.
WillY, hoy.
ES un ente que observa, invisible a los ojos humanos, en principio. Willy se
hace visible cuando “se espanta” y “espanta”…
Willy “se
espanta” cuando percibe el riesgo que no percibe quien se arriesga…
Willy
entonces “espanta” y desparrama ectoplasma, advertencias y consejos sobre quién
se arriesga.
Willy ya no
puede volver a ser el que ERA.
Willy no
quiere que otros sean como hoy él ES.
Willy no
quiere más “Whillys” externos y “ajenos”.
Willy
tendría que estar dentro de cada uno de nosotros, observando atentos a percibir
el riesgo en nuestras conductas en la vía pública.
No
deberíamos necesitar “espanto”, sino “sentido común”.
Willy NO
EXISTE, el “ACCIDENTE VIAL” tampoco…
Dr. Eduardo
Bertotti
DIRECTOR
ISEV